Arcillosos, de frío intenso, que da sustento a vides centenarias. Así son los suelos que la bodega Lamadrid Estate Wines posee en Agrelo, Luján de Cuyo (Mendoza) y que ahora cuentan con la Certificación de Denominación de Origen Controlada (D.O.C.) Luján de Cuyo, la primera DOC de América.
Dicha certificación acaba de ser otorgada por el Consejo de la DOC Luján de Cuyo, que desde los años 90 se dedica a “preservar, promover y difundir alrededor del mundo las características de este terroir, buscando poner en valor y proteger los viñedos de Luján de Cuyo, un patrimonio único e invaluable”.
“Esta certificación es un reconocimiento a la calidad de los vinos producidos por las bodegas que son parte de la DOC, y que reflejan las excelentes cualidades de esta región vitivinícola de renombre internacional -comentó Eduardo Ríos, Gerente General de Lamadrid-. Está distinción refleja la constante dedicación de todo el equipo de Lamadrid Estate Wines en la obtención de los más altos estándares de calidad y compromiso con nuestro terroir”.
“Lamadrid es un proyecto Single Vineyard de Luján de Cuyo, en el cual elaboramos vinos con uvas que provienen 100% de viñedos propios, por tal motivo, tener una Denominación de Origen Controlada es muy importante, ya que no sólo nos ayuda a preservar el principal patrimonio que tenemos que es nuestro terroir, sino que también contribuye a seguir comunicando y posicionando a Mendoza y a nuestros vinos en todo el mundo”, agregó Ríos.
Para la obtención de la D.O.C. Luján de Cuyo, los principales requisitos que deben cumplir sus vinos son:
- Emplear uvas de Luján de Cuyo (aprobadas por el consejo)
- Ser producido y embotellado en origen
- Provenir de vñedo con una antigüedad mínima de 10 años, espaldero y una densidad superior a 5.000 plantas por hectárea
- Variedad Malbec (85% mínimo y 15% restante variedades autorizadas del reglamento)
- Graduación alcohólica mínima: 13,5%
- Crianza: 18 meses entre la cosecha y salida al mercado, con 6 meses mínimo de crianza en madera
- Etiquetado regulado y oblea oficial numerada para garantizar trazabilidad;
- Fiscalización permanente del Consejo y del INV para el cumplimiento del Reglamento a través de comisiones técnicas en viña, bodega y evaluación del producto