Poco le importó a los escoceses que Harrison Ford haya sido el protagonista de la saga de Indiana Jones o el Han Solo de Star Wars. Hizo lo que ningún actor (o celebridad de cualquier tipo) debe hacer: tomarse a la ligera los símbolos nacionales. En el caso de nuestro querido Harrison, la polémica nació por un asunto de polleras… ¡literalmente!
Once Upon a Time in Scotland, Harrison Ford met Glenmorangie es el nombre de la campaña publicitaria dirigida por el actor y director australiano Joel Edgerton (actúa, por ejemplo, en los episodios II y III de Star Wars, interpretando al hermanastro de Anakin Skywalker), para la destilería Glenmorangie.
El problema es que Harrison Ford viste una clásica pollera kilt, pero en las que queda expuesto que no es escocesa, sino de una marca de ropa skater inglesa…
Toda la industria textil escocesa le saltó al cuello ni bien salió al aire la campaña publicitaria. “Si van a usar una falda escocesa, deberían buscar un fabricante escocés”, dijo Iain Hawthorne, director general de la casa de faldas escocesas Daiglen.
Hablando de Glenmorangie, agregó: “Ellos usan agua fina escocesa, nosotros usamos lana escocesa fina”.
La campaña publicitaria consta de 6 episodios de un par de minutos de duración cada uno, que relatan la visita del célebre actor a la destilería Glenmorangie, en las highlands de Escocia. Con un sentido de humor apto para todo público y un Harrison Ford interpretándose a sí mismo, la campaña podría haber sido un éxito (o al menos bien recibida) si no se les hubiera escapado un detalle.
En el episodio N°4 (When in Rome), el actor de Indiana Jones encuentra sobre la cama de su habitación un kilt con una nota que advierte que es una pollera fabricada por Palace, firma inglesa dedicada a la producción de ropa skater.
“Andar en patineta y beber whisky no van de la mano“, declaró John Culbert, propietario de Glenisla Kilts.
