Como todos los años, el Día Internacional del Vino Rosado se celebra el 11 de junio. En la Argentina, la fecha llega en tiempos de frío, que invitan a explorar la versatilidad del rosé a la hora del maridaje. Como muestran las estadísticas del Instituto Nacional de Vivitinicultura (INV), esto es algo que los argentinos venimos descubriendo: el consumo de vino rosado viene en aumento desde hace una década, y ya representa el 5,5% del consumo de vino.
“Los vinos rosados actuales, en general, son vinos donde el atractivo está puesto en la frescura y en una búsqueda de fruta, aunque hoy en día hay distintos tipos de rosados y encontramos estilos distintos desde los simples hasta los mas complejos y serios”, comentó Juan Roby, enólogo de Bodega Lagarde, que elabora vinos rosados en distintos estilos, tanto tranquilos como espumantes.

“En Lagarde siempre pensamos al rosado como un vino con identidad -explicó Roby-. El Lagarde Rosé Goes Pink, por ejemplo, es un clásico que hacemos desde los 90, pero modernizado (con maceraciones muy cortas para obtener colores menos intensos), mezcla de Malbec y Pinot Noir, fresco y delicado. El Lagarde Organic Rosé, que combina Semillón y Malbec de nuestras viñas centenarias, es más complejo y sedoso. mientras que el de Criolla Grande, elaborado como un tinto, aporta una textura distinta y gran versatilidad gastronómica”.
En síntesis, enumera, “tenemos tres rosados secos y los tres están hechos de diferentes maneras: uno con uvas tintas y maceraciones muy cortas, dos mezcla de blanco con rosado o tinto, y tres elaboración tradicional con uva rosada. Esto ayuda a tener una gran versatilidad a la hora de combinarlos con la gastronomía”.
Las propuestas de vinos rosados de Lagarde incluyen además un espumante. Lagarde Dolce Rosé Espumante es un blend de Viognier y Syrah proveniente de Perdriel, Mendoza. Un espumante dulce, artesanal, de una sola fermentación, con bajo alcohol y perfecto equilibrio entre azúcar y acidez, ideal para aperitivos y postres.

Desde entradas frescas hasta platos con pescado, mariscos, quesos o carnes asadas, el rosado se ha convertido en un auténtico comodín gastronómico. En los restaurantes de Bodega Lagarde, Fogón y Zonda, los vinos rosados ocupan un lugar destacado entre los maridajes de temporada, potenciando sabores y creando experiencias inolvidables.
