La trufa negra sigue siendo uno de los ingredientes más exclusivos de la gastronomía. Sin embargo, su reciente producción en la Argentina con excelentes resultados ha permitido que este ingrediente escaso -y por lo tanto siempre difícil de conseguir- comience a tener más presencia en el circuito gastronómico porteño. Justamente, de eso da cuenta la reciente incorporación de distintos platos en base a este ingrediente en los restaurantes Elena y Pony Line Bar del Four Seasons Hotel Buenos Aires (Posadas 1086).
En sintonía con la temporada de cosecha de trufas -realizada en La Esperanza, emprendimiento pionero ubicado en Chillar, Partido de Azul-, Pony apuesta por su burger dry aged, con sus 45 días de maduración en seco y su pan de papa, le quita algunos ingredientes para que se luzca la trufa, y se completa con una demi-glace, una fondutta de cuatro quesos y, le suma la trufa.

Los sabores de la carne dry aged se llevan muy bien con los de la trufa, en un combo de aromas y sabores intensos y complejos, que se ve potenciado por la fondutta y la demi-glace. El plato se acompaña de papas fritas y como maridaje Pony sugiere su Negroni Trufado. La burger sale $89.000; el Negroni $45.000; y el combo $120.000.
Vale señalar que la trufa es laminada en la mesa, a la vista del comensal, lo que agrega un elemento más a la experiencia

Elena, por su parte, ofrece tres platos que incorporan trufa negra. Su casereccia, que es una pasta corta casera, con crema de queso, brócoli, pangrattato y trufa fresca ($65.900); una espuma de papa como guarnición que lleva trufa fresca ($47. 600); y su T-Bone Wagyu Dry Aged (700g), con trufa fresca y ssalsa demi-glace ($195.000).