Clásico pero moderno. Esa podría ser la síntesis del nuevo rumbo que emprende Bodega Martino Wines, que en la presentación de la añada 2024 de sus líneas Martino y Superiore ofreció días atrás una cata comparativa que lo confirma.
“Es una evolución hacia el equilibrio –comentó Fernanda Martino, que desde hace dos años se encuentra al frente de la bodega familiar-. Hicimos muchas pruebas, buscando el perfil con el que, mi padre, Hugo Martino, y yo, estuviéramos de acuerdo. Con estas dos cosechas se da un primer paso, un cambio gradual, y con la 2025 la decisión será más firme. La fruta será la protagonista, sin dejar de percibir la crianza en barrica”.

El contraste entre las cosechas 2023 y 2024 deja expuesto la búsqueda de fomentar la expresión de cada varietal, cuyas uvas provienen del viñedo centenario que la bodega posee en Agrelo (Luján de Cuyo, Mendoza): Finca La Violeta. “Es un viñedo que nos enamoró y al que queremos devolverle el lugar que merece en el mapa del vino argentino. Por su genética de este y por las notas de la flor de la violeta, podemos hablar mucho más de Malbec”, destacó Fernanda.
Durante la cata comparativa, se ofrecieron a degustación las añadas 2023 y 2024 de los varietales Sangiovese, Malbec y Cabernet Franc de la línea Martino, el Malbec Superiore. En todos los casos, el uso más medido de la crianza en madera se traduce en vinos más frescos, de mayor nitidez en su fruta y con más textura en boca. También se aprecian más las características del varietal, con el caso del Sangiovese como excelente ejemplo, en donde esta variedad de origen italiano se luce al despojarse del peso de una mayor crianza.
Superiore Malbec 2024, por su parte, no pierde su pátina de tinto clásico de Luján de Cuyo. Pero gana en fluidez y “drinkability”, y seguramente también en potencial de guarda
