Un cuarto de las ganancias de las bodegas proviene del turismo

El 65% de las bodegas considera rentable o muy rentable su actividad turística

El enoturismo continúa afianzándose como una fuente clave de ingresos para productores vitivinícolas en todo el mundo. Así lo indica el Global Wine Tourism Report 2025, elaborado por la Hochschule Geisenheim University en colaboración con UN Tourism, la OIV, la red Great Wine Capitals y WineTourism.com.

Basado en las respuestas de 1.310 bodegas de 47 países, el estudio revela que el 88% ofrece actualmente alguna actividad turística vinculada al vino, siendo las más comunes las degustaciones (79%), visitas a la bodega (68%) y recorridos por viñedos (61%).

Cada bodega recibe una media anual de 1.500 visitantes, de los cuales el 65% son turistas locales. Aunque la mayoría reporta cifras estables o en aumento, el crecimiento fue más marcado en Europa (43%) que en otras regiones (28%).

El segmento etario predominante corresponde a personas de entre 45 y 65 años (82%), seguido por el grupo de 25 a 44 años (59%). Solo el 2% de las bodegas recibe visitantes menores de 25 años, lo que evidencia dificultades para atraer audiencias más jóvenes.

Más de la mitad de las bodegas (51%) planea invertir en nuevas propuestas turísticas, y el 73% espera que sus actividades enoturísticas se expandan en el futuro. Además, el 78% colabora con otras organizaciones para enriquecer la experiencia del visitante.

La innovación se posiciona como un eje estratégico: las bodegas coinciden en que “ser innovador otorga una ventaja competitiva”, con una puntuación media de 3,9 sobre 5. No obstante, la inversión efectiva en nuevas experiencias se mantiene moderada (3,5).

Entre las iniciativas más frecuentes destacan la narración auténtica de historias locales (65%), el uso intensivo de redes sociales (59%) y las experiencias de maridaje entre vinos y gastronomía (58%).

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El enoturismo representa, en promedio, el 25% de los ingresos totales de las bodegas, cifra que asciende al 32% en aquellas fuera de Europa. Los principales desafíos identificados son las presiones económicas (51%), la disminución del consumo (51%) y el cambio en las preferencias del consumidor (40%).

La sostenibilidad gana protagonismo: el 67% de los encuestados considera que es importante o muy importante para su negocio turístico, y el 61% prevé que su relevancia aumentará en los próximos cinco años.

El 68% de las bodegas confía en que el enoturismo crecerá en su región, y más del 60% lo considera una herramienta valiosa en tiempos de crisis. Tal como concluye el informe, esta actividad “cumple un rol clave en la diversificación de las economías rurales, la generación de empleo y el fortalecimiento de las comunidades locales”, y todo indica que su impulso seguirá en ascenso.