Lejos, muy lejos del precio inicial estimado por la casa de remates Sotheby’s, The Macallan Adami 1926 se vendió al precio récord de 2,2 millones de libras (algo más de 2,7 millones de dólares). Publicado a £750,000 – £1.200.000, este ultra raro destilado embotellado en 1986 se convirtió en el whisky más caro del mundo.
“Fue un momento trascendental para la industria del whisky en su conjunto”, comentó Jonny Fowle, jefe mundial de los espíritus de Sotheby, al respecto del precio obtenido.
Calificado por Sotheby’s como “el whisky más valioso y deseable del mundo”, una botella de este mismo spirit fue vendida al precio récord de 1,5 millones de libras (1.800.000 dólares aprox.) en 2019. Es un whisky de 60 años -destilado en 1926 y embotellado en 1986, permaneció 6 décadas en barricas de jerez-, por lo que constituye el whisky más añejo de toda la historia de la destilería The Macallan.
El contenido de la barrica dio lugar a 40 botellas de 750 ml, las que no salieron a la venta por los canales habituales. Algunas de ellas, inicialmente, fueron vendidas en forma directa a los compradores top de la destilería. Lo curioso es que las botellas tuvieron distintas etiqueas y distintos destinos, como lo relata Sotheby’s.
“De las 40 botellas llenadas en 1986, un máximo de 14 estaban decoradas con las icónicas etiquetas Fine y Rare, una de las cuales fue la botella récord vendida por Sotheby’s en 2019. Dos botellas se lanzaron sin ninguna etiqueta. De estas dos, una fue pintada a mano por el artista irlandés Michael Dillon, una creación que vio inmortalizada en la botella la Easter Elchies House de Macallan. Cuando se vendió en 2018, se convirtió en la primera botella de whisky en superar el millón de libras esterlinas“.
“De las botellas restantes, doce fueron etiquetadas por el artista pop Sir Peter Blake, cuyo trabajo recreó los eventos más notables de los locos años 20, representados en bocetos y fotografías en blanco y negro. En 1993, el pintor italiano Valerio Adami diseñó las etiquetas de otras 12 botellas”.
Justamente, es una de las botellas de la edición especial ilustrada por Adami la que obtuvo el precio récord.