Desde la originalidad del arte de su etiqueta, Amiguito llama la atención en la góndola y luego, en la copa, cumple con todas las fantasías que haya despertado. La nueva línea de vinos orgánicos de El Enemigo Wines llega en botella liviana, sin cápsula y con una etiqueta cuya ilustración refleja los desafíos que enfrentaron durante la cosecha: el blanco y las aves que acechaban las uvas; en el rosado el peligro de helada y granizo.
“Amiguito es un proyecto que nació en el 2015 y que recién pudimos llevar adelante en los últimos años. Uno es un Moscatel, otro es Criolla Grande, y próximamente saldrá una Garnacha –contó Alejandro Vigil– Son vinos sin anhídrido sulfuroso que son fermentados en ánforas”.
El Moscatel toma sus uvas de Ugarteche (Luján de Cuyo, Mendoza) y el Criolla de Rivadavia. En ambos casos, se trata de vinos sin filtrar en los que se aprovecha la natural decantación de los sólidos que ocurre durante el invierno que pasa el vino en las ánforas. También tienen en común una graduación alcohólica moderadamente baja (12%).
Probamos el Amiguito Moscatel 2023. Un blanco muy expresivo y fácil de beber, de un dulzor característico del moscatel en aromas, y una jugosidad muy importante en boca. Es un vino súper gastronómico, de volumen y acidez que limpian el paladar e invitan a servir otra copa. Vino para beber ya.