Ubicado en la emblemática esquina de Gurruchaga y Cabrera, en el corazón de Palermo, Lo de Jesús y La Malbequería se consolida como mucho más que una parrilla tradicional. Con historia, carácter y una devoción absoluta por la buena carne y el vino argentino, este clásico porteño propone redescubrir uno de sus rincones más encantadores: el patio de La Malbequería, un oasis urbano ideal para almorzar o cenar entre plantas, copas tintas y brasas encendidas.
Durante los meses fríos, el patio se transforma en un refugio íntimo para quienes valoran el aire libre. También las mesas calefaccionadas sobre la vereda de Lo de Jesús permiten disfrutar del barrio incluso en pleno invierno, gracias a estufas integradas en los toldos.
Este invierno, la propuesta gastronómica se renueva, incorporando los platos más exitosos del delivery del Grupo Lo de Jesús —una iniciativa que llega diariamente a más de 2.000 hogares porteños—. Ahora, esos sabores intensos y reconfortantes pueden disfrutarse en el restaurante, con la calidez de su ambientación única.
Entre los destacados de temporada, el chef Darío Gualtieri presenta:
- Goulash con ñoquis de sémola y crema, elaborado con roast beef cocido a fuego lento.
- Pastel de papas con blend de carnes y gratinado de Reggianito.
- Canelones de espinaca y ricotta con salsa de tomates orgánicos y gratinado crocante.
Como siempre, siguen presentes los cortes que consagran la identidad de Lo de Jesús: carnes maduradas entre 15 y 21 días con técnica wet aged, cocidas a las brasas de quebracho blanco, espinillo y carbón vegetal, para lograr un sabor ahumado inconfundible.
La historia del lugar se remonta a 1953, cuando Jesús Pernas, inmigrante gallego, abrió un pequeño almacén con barra en Palermo. Con el tiempo, ese bodegón de barrio se convirtió en uno de los grandes referentes gastronómicos de la ciudad. Desde 2008, Lo de Jesús y La Malbequería reúne a locales, turistas y habitués que valoran la calidad, el servicio y un entorno que nunca deja de reinventarse.
Con espacios pensados para cada ocasión —desde el Salón de los Balcones hasta el Jardín de Invierno— y un servicio de delivery que traslada el sabor del restaurante al hogar, Lo de Jesús demuestra que comer bien en Buenos Aires también es cuestión de historia, detalles y corazón.
