El elegante edificio que alberga a Casa Cavia (Cavia 2985) suma ahora un nuevo espacio en su primer piso, que está destinado a una cava y a una sala privada. Construido en 1929 por el arquitecto noruego Alejandro Christophersen, el edificio fue puesto en valor en 2014 por el estudio por el estudio de diseño Kallos Turin, el mismo que ahora encaró la remodaleción del primer piso.
“Tras subir las escaleras originales de la casa se llega a un foyer que lleva a las dos salas principales: La Cava y El Privado -cuentan desde Casa Cavia-. El color bordó domina la escena en La Cava, una tonalidad que evoca la paleta cromática del vino tinto. La mesa, con capacidad para diez personas y hecha a medida con resina de color salmón, se erige como punto focal”.
La flamante cava posee más de mil etiquetas nacionales e importadas, que nacen de la colección personal de vinos Juan García. A eso se suman nuevas adquisiciones curadas el enólogo Andrés Vignoni y Delvis Huck, actual Head Sommelier de la casa.
La selección se bas en vinos de guarda, cosechas destacadas –aquellas que han sido premiadas o consideradas como excepcionales por los expertos- y ediciones especiales. En cuanto a las etiquetas no argentinas, el foco está puesto en algunas de las zonas vitivinícolas más valoradas del mundo. En el caso de Francia, por ejemplo, el acento se sitúa el Ródano, la Borgoña, el Valle del Loira y Saboya; en Italia, en la zona del Piamonte, y en España, en apelaciones como Rioja, Bierzo, Ribera del Duero y Jumilla.
También cuenta con etiquetas de Portugal, Alemania, Sudáfrica, Australia y Estados Unidos. Algunos productores : Domaine Arnoux Lachaux, Domaine Vacheron, Domaine de Villaine, Jean Louis Chave, Domaine Tissot, Egly Ourite, Angelo Gaja, Ceretto, Antoine Graillot y Raul Perez, Ratti, Nieeport, entre otros.
En cuanto al nuevo salón Privado, cuentan desde Casa Cavia, “fue pensado como un espacio para disfrutar del vino de manera más relajada, maridando alimentos o en una sobremesa. La biblioteca de la pared principal y la luz natural, que ingresa desde los ventanales que dan a Plaza Alemania, aportan calidez. La mesa, de forma oval, también se diseñó en exclusiva, su color bordó entabla diálogo con la sala adyacente”.
Stephania Kallos, quien viajó desde Londres especialmente para liderar la renovación, comentó: “Cuando trabajas en un edificio de este calibre, aprendes del arquitecto original y esperas llevar algo de lo aprendido al nuevo proyecto”.