La misma filosofía de trabajo orgánico y biodinámico que la bodega Chakana asume para la elaboración de sus vinos también se extiende a su nueva línea de conservas. Provenientes de la huerta gestionada por trabajadores de la bodega, en Mendoza, la línea está compuesta por 6 variedades: mermelada de tomates, mermelada de zapallos, salsa de ajíes, babaganush (pasta de berenjenas), zapallos en almíbar y tomates secos en oliva.
Todas las materias primas son cultivadas bajo buenas prácticas agrícolas para obtener alimentos saludables y nutritivos, y las conservas no poseen aditivos. Además, su producción está enmarcada en una forma de trabajo rural en condiciones dignas, con responsabilidad social y bajo las pautas del comercio justo.
“Conservas de la Huerta tienen origen en los fundamentos de la biodinamia que forman parte de la filosofía de Chakana -cuentan desde la bodega-. La noción de comunidad es un componente muy importante, así como el de propiciar el bienestar de quienes trabajan la tierra, generando entornos positivos. La biodinámica parte de los conceptos fundamentales de la agricultura orgánica y amplía sus alcances convirtiéndose en una agricultura regenerativa, que promueve la biodiversidad y un modelo de bienestar que incluye a las plantas, las personas que producen los alimentos y las personas que los consumen”.
Las Conservas de la Huerta de Chakana se presentan en una caja que contiene 10 unidades: 2 frascos de mermeladas de tomate de 420 gramos, 2 frascos de babaganush de 210 gramos, 2 frascos de tomates secos de 220 gramos, 2 frascos de salsa de aji de 90 gramos, 1 frasco de mermelada zapallo de 420 gramos, y 1 frasco de zapallo en almíbar de 420 gramos.
