Clos de los Siete es indudablemente uno de los mejores exponentes locales del concepto de corte bordelés. No por nada nace la expertise del enólogo francés Michel Rolland, detrás del cual se encolumnaron el resto de los socios que conformaron el Clos, y que dieron lugar al nacimiento de las bodegas DiamAndes, Cuvelier de Los Andes, Monteviejo y Bodega Rolland.
Ahora, en su cosecha número 19, la 2020, Clos demuestra una sintonía muy fina entre su tradicional carácter bordelés y una mirada cada vez más moderna.
“En cada cosecha hay grandes aprendizajes. Sin embargo, ésta en especial será recordada por todos, ya que presentó el gran desafío del inicio de la pandemia. Y nos demostró la nobleza de la naturaleza y la adaptación del hombre, porque tuvimos que adelantarla un par de semanas, que si bien no impactó en el ritmo de la cosecha y calidad de uva, requirió de algunos esfuerzos posteriores”, comentó Michel Rolland al respecto de la cosecha pandémica.
La composición del corte 2020 de Clos es: 55% de Malbec, 16% de Merlot, 15% de Cabernet Sauvignon, 9% de Syrah, 3% de Petit Verdot y 2% de Cabernet Franc. Toda uva de Vistaflores, Valle de Uco (Mendoza). Llega tras una crianza de 11 meses, repartida en barricas y toneles, parte nuevos, parte con uno a dos usos.
Clos de los Siete 2020 se distingue por un menor volumen en boca que en cosechas anteriores, una gran frescura (algo que ya viene de hace un par de cosechas) y una gran integración entre las notas de la fruta y las de la crianza. Con una graduación alcohólica de 14,5%, los aromas que priman son los de la ciruela y las violetas (¡gracias Malbec!). En boca corre ligero, aunque hay buena estructura. En el final aparecen las notas de crianza.
En síntesis, mucha elegancia y “drinkability” en un tinto clásico pero que no espantará a consumidores jóvenes en busca de un tinto súper gastronómico.