Con tan solo un mes de rodado, Del Río Cantina demuestra que se puede hacer una carta amigable, de platos con sabor a hogar y sin pretenciones, a un precio razonable. Ubicada frente al boulevar García del Río (Av. García del Río 2957, Saavedra), suma una propuesta interesante a este pequeño pero atractivo polo gastronómico, donde es fácil estacionar y el ritmo es apacible.
Platos bien porteños -desde unas rabas hasta una milanesa napolitana, pasando por los ñoquis gratinados y el filet a la romana-, en porciones abundantes aunque no exageradas, se disfrutan en un ambiente moderno, con salones espaciosos, con mucho énfasis en la ambientación. Cero impostura de bodegón, no hay fotos antiguas ni banderines, solo los manteles a cuadritos anticipan el espíritu de cocina porteña que tan bien recrea el lugar.


La carta es inclusiva: hay para todos los gustos. Entre las entradas se pueden mencionar unas clásicas rabas, croquetas de hongos con salsa alioli, la provoleta Del Río, con tomates, cebollas asadas y nueces, y buñuelos de espinaca y mozzarella. Los principales destacan las pastas caseras, como los ñoquis gratinados con crema de queso provolone, los cavatelli con ragú bolognese o los panzottis de espinaca con provolone y nueces en crema de azafrán.
La carta se completa con minutas y carnes, como el bife de chorizo -solo o a caballo-, la milanesa napolitana, la suprema a la suiza, el filet a la romana, el matambrito de cerdo al verdeo o a la mostaza y miel; con opciones vegetarianas, como la milanesa de berenjena ahumada. En cuanto a los postres, todos clásicos: panqueque de manzana quemado al rhum o de dulce de leche, tiramisú, flan mixto, mousse de chocolate y crème brûlée.
Acotada, la carta de vinos ofrece etiquetas clásicas y algunas más modernos, con precios razonables. El sector coctelería suma varias opciones de autor, e incluso frutales cocktails sin alcohol.


Del Río Cantina también cuenta con un menú del mediodía, disponible de 12:00 a 16:00, con opciones como baby beef con fritas o ensalada, milanesa napolitana con puré o ensalada, pastas como cavatelli con pomodoro, canelones de verdura gratinados o malfatti de espinaca y ricota, y filet a la romana con puré, siempre acompañados de bebida.
El local tiene dos plantas; dentro de la del primer piso hay un pequeño salón privado y una terraza que mira al boulevard.
