Por estos días, Finca Flichman dio inicio a un proceso de reencorchado de los vinos con más de 30 años de estiba que conforman su cava de guarda, dentro de la que se encuentran vinos que datan de 1947. Es un proceso minucioso que finalizará el próximo año, y que permite prolongar la vida de estos ejemplares que cuentan la historia del vino argentino.
El recorking es comandado por Rogelio Rabino, enólogo de la bodega. “Cada botella sometida al proceso de recorking se convierte así en un testimonio auténtico, una página renovada de su historia que garantiza que la autenticidad fluya a través de las generaciones futuras, conectando el pasado y la tradición y con el presente de una manera única y significativa”, cuentan desde la bodega.
Por el momento, los vinos sometidos a reencorche no saldrán a la venta.