Güerrín, un clásico que se reiventa desde adentro

La histórica pizzería de avenida Corrientes reinauguró uno de sus salones

Con un despacho diario de más de 2500 pizzas, 500 porciones de fainá y un consumo diario de 1000 kg de muzzarella, Güerrín es uno de los grandes clásicos de la pizza porteña. Esta semana reinauguró su salón del primer piso, con una estética que hace foco en el teatro y la farándula de la avenida Corrientes.

“Dolce Far Niente” es el nombre del salón de 250 metros cuadrados, que amplía su capacidad a 240 comensales. Propone un ambiente con una decoración alusiva al mundo del espectáculo; telones que funcionan como separadores de ambientes y un estilo de arquitectura teatral que invita a culminar una clásica salida familiar. A diferencia de la planta baja, invita a comer en un espacio más tranquilo.

pizzeria guerrin

“Güerrín es una parada obligada para quienes visitan la Ciudad y pasan por la tradicional calle Corrientes. Supo preservar su mítica y estilo a lo largo de los años, y en esta oportunidad presentamos un salón que invita a sumergirse en la clásica salida de pizza y teatro, y en ese “no sé qué” que tan atractivo para los argentinos y turistas que nos visitan de todo el mundo que tiene la noche porteña. ” asegura Marcos Giacaglia, sobrino nieto de Grondona socio fundador y actual gerente de operaciones de Güerrín

Algunos números de este ícono porteño:

  • Desde 1932 se vendieron aproximadamente 10.216.000 pizzas
  • cinco hornos a leña
  • Venta diaria récord de pizzas: 2500
  • porciones de fainá vendidas diarias: 500
  • cerveza por fin de semana, 3500 lt.
  • vino moscato por fin de semana: 100 lt
  • Días en que se apaga el horno: NUNCA

Fue fundada por los genoveses Franco Malvezzi y Guido Grondona en el año 1932 en el mismo local que funciona hasta el día de hoy. Al principio solo funcionaba la parte de adelante con la caja y la barra para que los comensales disfrutaran una porción de camino, con los años habilitaron todo el local con mesas y atención al público con mozos, que conserva también el antiguo pasillo del conventillo que funcionaba antaño, que va hasta el patio con ese estilo napolitano de la arquitectura pasada.

En la actualidad la pizzería preserva esos dotes icónicos con similar diseño y ambientación con sus mosaicos venecianos y decoración en madera, bronce y mármol travertino.