Para estas Pascuas, Lindt, la marca suiza sinónimo de chocolate premium, tiene novedades. Vuelven a la Argentina los deliciosos y simpáticos Mini Eggs de Lindor, la línea de bombones famosos por su relleno irresistiblemente suave y cremoso de chocolate, recubierto de una capa crujiente que crea una combinación perfecta.
Los Mini Eggs de Lindt llegan en dos versiones, todas en bolsas de 90 gramos. Por un lado, los Lindt Lindor Mini Assorted Easter Egg Bag: una selección de mini huevos de chocolate con leche premiun, que incluye los clásicos Lindos Leche junto con los Lindor Blanco y los Lindor Avellanadas.
Para los fanáticos del Lindor Leche está el Lindt Lindor Milk Chocolate Mini Eggs. Cada huevo de chocolate está elaborado con fina leche y el distintivo chocolate suizo de Lindt, que se derrite en la boca creando una experiencia súper placentera.
Lindor, una historia de éxito
En la actualidad, Lindt produce más de un billón de bombones Lindor que se llegan a más de 100 países. Claro que es una historia que tiene ya varias décadas, y que comienza en 1949. Tiempo antes, los maestros chocolateros suizos de Lindt recibieron el encargo de inventar algo realmente delicioso para enamorar a los consumidores. Algo delicioso pero también innovador.
“Tras una fase creativa que pareció interminable, finalmente en 1949 se dió con la receta de Lindor -cuentan desde Lindt-. Esta nueva receta hacía que el chocolate tuviese un sabor parecido a lo que sería oro líquido. Por esta razón recibió el nombre de Lindor, combinando Lindt y el vocablo de oro en francés or“.
Sin embargo, recién veinte años más tarde es que Lindor comienza a tomar la forma de un bombón. En 1969, en las vísperas de la Navidad, Lindt lanza los bombones Lindor con forma redonda, envueltos en papel rojo, imitando los adornos navideños. No hace falta aclarar que fue un nuevo éxito, ¿no?
“Sorprendidos, los clientes empezaron a reclamarlos y pronto se decidió que pasasen a formar parte de nuestra gama permanente. Pronto pasaron a ser un fenómeno global para Lindt”, cuentan desde la marca.
La innovación en Lindor nunca se detuvo. En 1984, Lindt lanzó nuevos sabores: Lindor Negro, un bombón de chocolate negro con un relleno cremoso y un punto amargo. Le siguió Lindor Blanco en 1985 y Lindor Avellana en 1994. Los tres se han convertido en clásicos, junto al imbatible Lindor Leche.
Sin embargo, “los maestros chocolateros suizos de Lindt siguen buscando nuevas formas de sorprender con nuevos sabores, y cuentan con el ojo crítico para detectar tendencias estacionales y regionales y el paladar perfecto para convertirlos en realidad”.