Ubicada en Alto Agrelo, sobre el Camino de los Cerrillos, una de las principales rutas del vino de Mendoza, la bodega Pulenta Estate se encuentra dentro de la Finca “La Zulema”, plantada en 1992 por Don Antonio Pulenta. La bodega ofrece en esta temporada de verano distintas experiencias enoturísticas que tienen como característica diferencial un trato personalizado, ya que se realizan en pequeños grupos.
“El éxito de la experiencia ecoturística que ofrecemos Pulenta Estate tiene que ver con la trayectoria y la historia de la tradición vitivinícola de la familia Pulenta -dice Constanza Aguiar, Hospitality and Tourism Manager de la bodega-. Pero también con el producto de altísima calidad que se degusta (todas nuestras degustaciones incluyen los vinos de alta gama), guías altamente preparados que además dominan los tres idiomas en los que ofrecemos los tours (español, inglés y portugués) y, sobre todas las cosas, un servicio excepcional en el que priorizamos el contacto directo y personal con todos los que nos visitan”.
“La calidez y el trato personalizado es algo que no puede reemplazarse y esto es desde el momento en que hacemos la reserva hasta el momento en que termina la visita”, agrega.
Las distintas propuestas turísticas que ofrece Pulenta Estate están pensadas para que el visitante conozca la bodega y sus métodos de vinificación, pero también la historia de la familia Pulenta. Fundada en 2002, por los hermanos Eduardo y Hugo Pulenta, continúa una historia ligada al vino que comenzó en 1902, cuando Ángelo Pulenta y Palmina Spinsanti llegaron provenientes de Italia y plantaron sus primeras viñas, las que darían lugar a la reconocida Peñaflor.
El foco de la bodega -que cuenta hoy con Eduardo (hijo), Diego y Nina Pulenta, cuarta generación de la familia, en distintas áreas- es la producción series limitadas de grandes vinos. Los que obviamente forman parte de las catas que se ofrecen a quienes la visitan.
“Ofrecemos varios tipos de degustación para que los clientes puedan escoger cuál es la experiencia que más se adapta a lo que buscan -cuenta Constanza Aguiar-. Hay degustaciones más económicas hasta degustaciones privadas en la cava de la bodega”.
Todas las visitas y experiencias en bodega requieren reserva previa. “Ofrecemos visita y degustación de lunes a viernes en los siguientes horarios: 9:30, 11:30 y 15:30 pm. Y los sábados a las 9.30 y las 11:30. La duración del programa es de una hora y 15 minutos aproximadamente y todas las visitas requieren reserva previa ya que los lugares son limitados para poder brindar una atención mas personal”.
Una las propuestas destacadas es la Experiencia Gran Corte 20° Aniversario, que ofrece una degustación de los componentes del vino ícono de la bodega, para concluir degustando la cosecha 2020. “Si bien la idea inicial de la Experiencia Gran Corte 20° Aniversario fue mantenerla hasta fines del año pasado, debido a la buena aceptación que tuvo, decidimos continuarla hasta mediados del 2024”, comenta Constanza Aguiar.
La bodega fue distinguida por la organización internacional Great Wine Capitals en sus premios The best of wine tourism, en la categoría “Arquitectura, parques y jardines”. Su edificio se encuentra en una planicie con inmejorables vistas panorámicas de la cordillera de los Andes, donde destacan las altas cumbres del Cordón del Plata, las más nevadas a lo largo del año.