Un blanco bajo alcohol con la identidad de los Valles Calchaquíes

Bodega Amalaya lanzó la segunda cosecha de su Amalaya Liviano

Son pocos los vinos de bajo alcohol que logran contentar a los amantes de vino. Porque si bien es un trampa comparar un vino bajo alcohol con su pariente full alcohol -son dos productos distintos-, lo cierto es que cuesta obtener ejemplares que en la copa contenten a quienes estás acostumbrados a beber vino. Bueno, Amalaya liviano lo logra, y ya va por su segunda cosecha. Se trata de un corte de Torrontés Riesling con una graduación alcohólica de 9%.

“La nueva generación de consumidores impulsa a la industria del vino hacia propuestas que ponen el acento en el bienestar y la moderación. La preferencia por estilos más frescos y suaves refleja una demanda que ya no se centra únicamente en la graduación alcohólica, sino en ofrecer experiencias ligeras y equilibradas, capaces de acompañar distintos momentos del día”, explica Olivia Harguindey, gerente de marketing de Grupo Colomé.

amalaya liviano

Desde la bodega explican que Amalaya Liviano resulta de la decisión de cosechar las uvas de manera temprana, entre 15 y 20 días antes de la madurez plena, lo que asegura bajos niveles de azúcar pero al mismo tiempo permite alcanzar naturalmente una menor graduación alcohólica, sin necesidad de procesos de desalcoholización. Además, es un vino con un 30% menos calorías que un blanco similar.

Corte de Torrontés y Riesling en partes iguales, provenientes de Cafayate (Salta), a 1800 metros sobre el nivel del mar, Amalaya Liviano 2024 es un blanco ligero, en el buen sentido: pura frescura y tipicidad calchaquí, en un vino que se bebe fácil y que funciona muy bien como aperitivo, pero también como sidecar de platos como pesca blanca, picadas y pizzas.