Elegancia, equilibrio y frescura. Estos son los atributos que describen a los vinos de la bodega Cadus, que llevan la firma del destacado enólogo Santiago Mayorga. Y que ahora cuentan con su vino insignia, que tiene el mismo nombre de la bodega. En esta entrevista realizada en el Palacio Duhau, en el marco de la presentación del nuevo vino, Santiago Mayorga explicó cómo fue el proceso de desarrollo de Cadus.
–Cadus nació como una bodega con el foco puesto en la alta gama, ¿en ese contexto, qué representa su vino ícono?
-El vino insignia surgió naturalmente de la búsqueda continua de zonas, variedades, técnicas de elaboración, ensayos de barricas, ensayos de ánforas, fechas de cosecha diferenciadas, entre otros. Es decir, es el resultado de una madurez y conocimiento de los equipos que trabajamos en el campo y bodega para lograr un máximo exponente. Cadus es el mejor exponente, a nuestro entender, de la mejor zona de cada vendimia. Puede repetirse o no, pero aún es pronto saberlo ya que es nuestro primero.
-¿Cómo surge la idea de que el ícono de Cadus sea un blend?
-En realidad, por legislación es un Malbec porque posee el 88% de esta variedad. Pero en nuestro camino de ensayar, como el mismo estuvo 18 meses en barricas y luego 6 meses en ánfora, para rellenarlo debíamos elegir con qué hacerlo, y para ello hicimos pruebas. Por eso usamos un 10% de Cabernet Sauvignon y un 2% de Petit Verdot que le aportaban otra dimensión. De todos modos, en Cadus Icono no mencionamos la variedad ni la zona. Nuestra idea es tener la libertad de crear lo mejor sin tener estructuras que cumplir.
-¿Qué encontraste en los componentes que conforman el blend de la primera añada de Cadus?
-Con el equipo probamos cada una de las barricas de nuestro parque a los 6, 12, 18 y a veces hasta 24 meses. En esas degustaciones hay algunos lotes y barricas que se destacan por algo, ni mejor ni peor sino diferente. Las fuimos siguiendo y a los 18 meses hicimos el corte de las 4 en la ánfora. Eran 1 de 400 y 3 de 225 para un volumen de aproximadamente 1000 litros. Luego, como mencioné antes, a la hora de rellenar decidimos aumentar la complejidad con esas otras variedades.
-¿Te sentís representado como enólogo en este vino? Caso afirmativo, ¿Por qué?
-Me siento orgulloso de haber llegado a un vino así. Siento que la complejidad y equilibrio de esta botella es maravillosa y además puede ser bebido ahora, o guardado por varios años. Por supuesto me representa, siempre digo que para mí es imposible embotellar un vino que no me guste, y en este caso es un gran vino intenso, lleno de capas y sutilezas, con volumen y tensión y sobretodo elegancia y equilibrio. Disfruto mucho al tomarlo y compartirlo.
-¿Qué tan diferentes serán las próximas añadas de Cadus?
-Puedo decirte poco porque aún necesita botella la cosecha 2020, pero sí puedo confirmar que viene de otro lugar. Aún no develo el secreto, pero sin dudas con ajustes como siempre seremos fiel a nuestro estilo de equilibrio y balance en la búsqueda de mayor fineza.