Es el vino por copa más caro de la Argentina -1000 dólares una mínima cantidad-, pero no es este el aspecto más destacable de este Malbec que se puede beber solo en Mendoza. Se trata quizás del Malbec más antiguo actualmente disponible al consumidor que quiera degustar un vino más que centenario que tiene mucho para decir sobre nuestra cepa insignia.
El vino en cuestión es un Malbec de 1912 de la bodega Luigi Bosca, que se encuentra a la venta por copa en Finca El Paraiso, la casa familiar que los Arizu poseen en Maipú, Mendoza, y que desde hace unos años se encuentra abierta al público. El vino se sirve en la cava subterránea, donde se encuentran las 10 botellas de la colección familiar disponibles para ser bebidas por copa. Otras 40 botellas del Malbec 1912 permanecerán en la colección de los Arizu.
Hablamos con Alberto Arizu (h), cuarta generación de la bodega mendocina, que nos contó la historia de este maravilloso vino.

-¿Qué se sabe de este vino?
-Se trata de un Malbec del año 1912. Las uvas provenían de un viñedo que teníamos en lo que hoy es el centro de Mayor Drummond en Luján de Cuyo. El vino tiene concentrado azúcar residual posiblemente por no haber completado la fermentación, debido a que posiblemente las uvas hayan ingresado más tarde a la bodega, hacia mediados de abril donde el frío era más intenso que hoy. Ese azúcar ha resultado en un protector de este vino y así conserva todavía su esencia y su corazón dulce, suave y persistente, bastante increíble para un vino de más de 100 años. Obviamente el carácter de la variedad se desdibuja ante la presencia de su fantástica evolución.
La maravilla de tener tanta historia en una botella, nos lleva a imaginar que quizás esas uvas fueron cosechadas alrededor de la fecha en que se hundió el Titanic, el 14 de Abril de 1912. Es el único vino que poseemos vinificado por mi bisabuelo Don Leoncio Arizu.
-¿Dónde estuvieron todos estos años las botellas?
-Las botellas pertenecen a una colección de la familia que pasó de padres a hijos. En este caso son parte de la colección privada de mi padre y fueron conservadas por él durante todos estos años desde que las heredó de mi abuelo.

-¿Por qué se tomó la decisión de ofrecer algunas botellas a degustación al público?
-Recientemente decidimos trasladar solo algunas de estas botellas para atesorar en la cava de nuestra casa en Finca El Paraíso, una casona de estilo renacentista construida en 1905 y que fue la casa de mi familia a lo largo de 4 generaciones. Hace dos años abrimos las puertas de este chateaux para recibir visitantes de todo el mundo y vivir una experiencia de vinos de Luigi Bosca, acompañados de historia, arte, música y excelente gastronomía. Recientemente, Finca El Paraíso forma parte del Best Vineyards of the World.
-¿De cuánto es la medida de la copa que se sirve?
-La idea era exhibir estas botellas y ante la consulta de algunos visitantes especiales que querían realmente probarlo, decidimos hacerlo. Solo se trata de probarlo, por lo que la copa solo es una medida muy pequeña.