¿Lo decantamos? ¿Lo filtramos? ¿Tiramos la última media copa o nos resignamos a que el sólido se perciba en el vino? Todas estas preguntas surgen al enfrentarme con algunos ejemplares de vinos naturales en los que la presencia de borras es, a mi juicio, excesiva. El comentario surge a cuento del flamante Sobrenatural Blanco 2023, cuyo fondo presenta una enorme cantidad de borras, las que empiezan a mezclarse con el vino ni bien uno sirve la primera copa.
El mundo de los vinos naturales -sin agregados de sulfito, sin filtrado y sin clarificación- no es novedad en Chakana Wines. Sobrenatural es una línea bastante establecida que en la actualidad cuenta con cuatro etiquetas (un Tinto, un Bonarda, un Frisante Rosado y el citado Blanco). Lo que quiero decir es que en Chakana no están jugando a hacer vinos naturales, sino que saben hacerlos respetando todas las reglas de la categoría.
“Como todos nuestros vinos naturales, el Sobrenatural Blanco es un vino que tiene como principal descriptor la pureza. Al no estar clarificado ni filtrado, tiene presencia de borras, necesarias para mantener el potencial y evitar alteraciones en la botella”, explica Leonardo Devia, enólogo de Chakana, en el comunicado de prensa de la bodega.
Pero, ¿no es mucho tanta borra? ¿Cuántos consumidores lo pueden soportar? Da la sensación de que son vinos para cultores del movimiento natural, y nada más. Pero después nos preguntamos por qué la gente ya no toma vino…

Hablemos del vino….. Del Sobrenatural Blanco 2023. Color amarillo, presenta una gran cantidad de sólidos blanco-amarillentos en su fondo, que volverán turbio el vino si se mueve la botella. En aromas hay una combinación de flores blancas dulzonas, con durazno amarillo. En boca aparecen estos mismos sabores, con una ligera nota de naranjas amargas. De hecho, es notorio el final amargo. Quizás lo más rescatable es su frescura. Su graduación alcohólica es de 13,5%.